Trovadores y Juglares

Un espacio para compartir las letras y la poesía de los grandes cantautores de nuestro tiempo

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Location: Veracruz, Veracruz, Mexico

Este espacio busca principalmente lanzar botellas con mensajes cifrados a la "blogósfera". Tal vez lleguen a manos y corazones cómplices... o tal vez te lleguen a ti.

Sunday, August 21, 2005

Dónde guardo y Vienes con el sol

Alejandro Filio es uno de los cantautores mexicanos más talentosos que hay actualmente. Junto con Fernando Delgadillo, es otro de los principales representantes de la camada de jóvenes trovadores que mejor escriben. Uno de mis discos predilectos -y de cabecera- es ese Un Secreto a Voces que realizó haciendo duetos con la crema y nata de los cantautores (sólo faltaron Serrat, Sabina y Pablo). Dos de las canciones que más me gustan, más me hipnotizan y siempre escucho de Filio son las que posteo a continuación:

Dónde guardo.
Dónde guardo tu espejo, tu cigarro
dónde guardo tu sueño tras de mí
dónde guardo tu aroma, tus enfados
y tu loca carrera por vivir.

Dónde guardo tu nombre de mar
que de tarde me busca y me vuelve a encontrar
dónde guardo, tantos años,
tantos sueños que no fueron más allá.

Dónde guardo tu voz de crucigrama
tu nobleza, tu eterna discusión
tu silencio, tus cuentas, tu esperanza
la distancia que de pronto nos perdió.

Dónde guardo tu azúcar, tu sal
que me ha dado y robado de pronto la paz
dónde guardo, tantos años,
tantos sueños que no fueron más allá.

Tantos sueños que no fueron más allá...

Vienes con el sol.
Pides que diga lo que estoy pensando
el cómo del porqué y el cuándo pero vienes con el sol.
Pides que deje de beber cerveza
que ponga juicio en mi cabeza y luego vienes con el sol.

Pides una estrella para sonreír con ella
luego pides un lucero para atarlo a tu cabello
y es que vienes siempre o casi siempre vienes... con el sol.

Pides que deje en paz el noticiero
que sea mejor el cocinero pero vienes con el sol.
Pides que se suspendan los ronquidos
que se agudicen los sentidos y al cabo vienes con el sol.

Pides una tregua bajo el mar a tantas leguas
que no acose a tus encantos aunque yo me siga helando
y es que vienes siempre o casi siempre vienes... con el sol.

Pides una canción de amor que te confirme que soy tuyo,
pides que cuide mas la voz y que no ataque a quién se acaba el mundo.

Pides que mire todo en positivo
que se me olvide el enemigo pero vienes con el sol.
Pides la discreción y la cordura
la risa contra la amargura y al cabo vienes con el sol.

Pides tantas cosas y yo sigo a manos rotas
procurando hacerme el bueno para ver si así te tengo
y es que vienes siempre o casi siempre vienes... con el sol.

Thursday, August 11, 2005

Sin tu latido y Mojándolo todo

Junto con Sabina y Serrat, sin duda, Luis Eduardo Aute es el otro gran cantautor español de la vieja guardia ya clásico e imprescindible -y que también resiste incólume el paso del tiempo-. Sus letras están llenas de buena literatura y erotismo. Admito que tengo prácticamente todos sus discos y casi siempre tengo una canción suya en los labios. Para muestra estas dos enormes canciones

Sin tu latido.
Hay algunos que dicen
que todos los caminos conducen a Roma;
y es verdad, porque el mío
me lleva cada noche al hueco que te nombra.

Y le hablo y le suelto
una sonrisa, una blasfemia y dos derrotas;
luego apago tus ojos
y duermo con tu nombre besando mi boca.

Ay, amor mío,
qué terriblemente absurdo es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo,
sin tu latido.

Que el final de esta historia,
enésima autobiografía de un fracaso,
no te sirva de ejemplo,
hay quien afirma que el amor es un milagro

Que no hay mal que no cure
pero tampoco bien que le dure cien años;
eso casi lo salva,
lo malo son las noches que mojan mi mano.

Ay, amor mío,
qué terriblemente absurdo es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo,
sin tu latido.

Aunque todo hoy ya es nada,
no sé por qué te escondes y huyes de mi encuentro.
Por saber de tu vida
no creo que vulnere ningún mandamiento.

Tan terrible es el odio
que ni te atreves a mostrarme tu desprecio,
pero no me hagas caso,
lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo.

Ay, amor mío,
qué terriblemente absurdo es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo, sin tu latido.


Mojándolo todo.
Tendida,
con los muslos como alas abiertas,
Dispuestas al vuelo...
me incitas, me invitas a viajar
por lácteas vías y negros agujeros
levemente desvelados por tu mano
que juega con pudores y sudores
enjugando entre pétalos de carne,
el estigma de tu flor más desnuda,

mojándolo todo, mojándolo todo...
volando por universos de licor.

Húmedas llamas
los labios que con tus dedos
delicadamente delatas, dilatas para mí,
mostrándome obscena la cueva del milagro
por donde mana el líquido rayo de la vida,
incandescente fuente, lechosa lava,
salpicaduras de agua profunda que inunda

mojándolo todo, mojándolo todo...
volando por universos de licor.

Mi boca
besando tus labios incendiados
se dispone a beber en tu cáliz de polen y licor
y, entre zumos y zumbidos de olas y alas,
libidinosamente libar el néctar
de la flor de tus mareas...
lamiendo la miel salada que te fluye
y quema mi lengua que vibra,
lasciva, entre savia y saliva

mojándolo todo, mojándolo todo...
volando por universos de licor.

Mis alas
de cera batiendo, combatiendo tu fuego
en oleadas de ardientes espumas y plumas
e Icaro volando tan alto, tan alto...
que a punto de entrar en el jardín del Edén,
fundido su vuelo por tu derramado sol,
cae, como el ángel exterminado,
al mar de los naufragios,

mojándolo todo, mojándolo todo...
volando por universos de licor.

Wednesday, August 03, 2005

¿Qué hago ahora (dónde pongo lo hallado)?

Hablar de trova y hablar de brillantes canciones es hablar de Silvio Rodríguez , (junto con Pablo Milanés es uno de los cantautores cubanos más talentosos y con más historia dentro de la trova cubana). Y aunque ya tiene mucho tiempo que dejó de ser "una nueva promesa de la trova", sigue de una vigencia absoluta. Es también uno de mis preferidos y para muestra esta hipnotizante canción, porque todos alguna vez hemos estado tentados a decir "¿qué hago ahora contigo, ahora que eres la luna, los perros, la noche, todos los amigos?":

¿Dónde pongo lo hallado?
en las calles, los libros
la noche, los rostros
en que te he buscado.

¿Dónde pongo lo hallado?
en la tierra, en tu nombre
en la Biblia, en el día
que al fin te he encontrado.

¿Que le digo a la muerte
tantas veces llamada a mi lado
que al cabo
se ha vuelto mi hermana?

¿Que le digo a la gloria
vacía de estar solo
haciendo el triste
haciéndome el lobo?

¿Qué le digo a los perros
que se iban conmigo
en noches perdidas
de estar sin amigos?

¿Que le digo a la luna
que creí compañera
de noches y noches
sin ser verdadera?

¿Que hago ahora contigo?
las palomas que van
a dormir a los parques
ya no hablan conmigo.

¿Que hago ahora contigo?
Ahora que eres la luna
los perros, la noche
todos los amigos.


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