Que pase el huracán
De los exponentes nuevos de lo que se ha dado en llamar la trova mexicana contemporánea, sin duda uno de los más reconocidos es Alejandro Santigo. Este cantautor originario de la Ciudad de México –aunque en Tijuana es donde encauzó, al principio, su carrera- tiene el don de plasmar en letras limpias y sencillas –sin perder la calidad y la melodía poética- momentos cotidianos que ha todos nos han pasado. Un ejemplo de ello es la hipnótica Que pase el huracán, canción que desde que la oí supe que se volvería de mis favoritas, pues ¿quién no se ha visto retratado en su letra? ¿quién no ha sentido en el alma las ganas de decir “que pase el huracán, que pase”?
Desperté junto a tu olor
jugando con mi piel
haciendo sueños, nubes de papel
a cada paso, en cada estrofa.
Se escapó por la ventana mi imaginación
ave de grandes vuelos por amor
prendiendo leña en este corazón
Fue tu voz
quien puso todo el viento a tu favor
se me escapó de pronto la razón
con cada beso de tu boca.
No hay pasión
por diferente que sea tu opinión
que brille tanto como brilla el sol
si no hay peligro donde pierdan dos.
Regresé por la banqueta
de la realidad
tengo un concierto en la cabeza
que hace blanco en tu elocuencia.
De que volverás
cuando todo salga a flote,
cuando tengas paz,
cuando tu interior se aclare,
cuando puedas dar,
cuando salgas de tus dudas
que vienen y van,
tendré que esperar
que pase el huracán
que pase, que pase el huracán,
que pase.
De que volverás
cuando encuentres el camino,
la tranquilidad,
cuando escuches las campanas de felicidad,
cuando ordenes tu destino,
tu fragilidad,
tendré que esperar
que pase el huracán
que pase,
que pase el huracán,
que pase, que pase el huracán.
Fue tu voz…
Desperté junto a tu olor
jugando con mi piel
haciendo sueños, nubes de papel
a cada paso, en cada estrofa.
Se escapó por la ventana mi imaginación
ave de grandes vuelos por amor
prendiendo leña en este corazón
Fue tu voz
quien puso todo el viento a tu favor
se me escapó de pronto la razón
con cada beso de tu boca.
No hay pasión
por diferente que sea tu opinión
que brille tanto como brilla el sol
si no hay peligro donde pierdan dos.
Regresé por la banqueta
de la realidad
tengo un concierto en la cabeza
que hace blanco en tu elocuencia.
De que volverás
cuando todo salga a flote,
cuando tengas paz,
cuando tu interior se aclare,
cuando puedas dar,
cuando salgas de tus dudas
que vienen y van,
tendré que esperar
que pase el huracán
que pase, que pase el huracán,
que pase.
De que volverás
cuando encuentres el camino,
la tranquilidad,
cuando escuches las campanas de felicidad,
cuando ordenes tu destino,
tu fragilidad,
tendré que esperar
que pase el huracán
que pase,
que pase el huracán,
que pase, que pase el huracán.
Fue tu voz…